
Siempre que vamos de viaje quisiéramos traernos todo lo posible para nuestro departamento. Los viajes llenan nuestra vida de experiencias, y son éstas las que finalmente definen parte de lo que somos. Sin embargo, no siempre podemos traernos todo, ¿por qué no traer algo que nos recuerde esas vivencias y que al mismo tiempo nos sea útil en el hogar, en la cocina, por ejemplo?
Muchos pueden pasar fácilmente las aduanas en viajes internacionales, así que ponte vivo. Chiles, tés, paprika, hasta aceite de olivo o botellitas de soya artesanal, te recordarán lo feliz que fuiste al probar nuevos sabores en tus viajes.
Ollas y sartenes. Si te gusta la cocina lo sabrás: los materiales y métodos en que se preparan las cosas influyen directamente en los resultados, así que para reforzar esa memoria culinaria, una olla o sartén son un must.

Para vestir ad hoc tus memorias culinarias, busca un buen juego de té, una cafetera, cerámicas, o cualquier tipo de contenedor que además de que puedas usar, puedas tener presente todo el tiempo: no es necesario que los guardes en el estante.
Desde la clásica cucharita de plata hasta aquellas hechas de cerámica o maderas especiales, las cucharas son muy útiles en la cocina y además perfectos para compartir con tus seres queridos lo maravilloso de un viaje.

Toallas y manteles. Los encuentras en mercados locales y siempre tienen el distintivo de la región que visitas.