Adquirir un inmueble puede ser la respuesta a dos inquietudes: dejar de pagar una renta o como un modelo de inversión. En éste caso, invertir en un inmueble dentro de la Ciudad de México puede ser un plan atractivo si se toman en cuenta algunas consideraciones; a partir de ello, sabremos si esto es lo que más se ajusta a nosotros a la hora de invertir.
En primer lugar, es importante recordar que los gastos notariales y de impuestos corresponden al 8% del valor total de la propiedad; por otro lado, hay que tomar en cuenta el proyecto inmobiliario en que estamos interesados, ya que la plusvalía de un inmueble depende de éste, así como de la zona en que se desarrolle. En un panorama positivo, se pueden lograr hasta un 30% de utilidades en un periodo aproximado de tres años. En caso de que nuestro interés esté en una propiedad de un particular, habrá que cerciorarse de su situación fiscal, así como de que el inmueble se encuentre inscrito en el Registro Público de la Propiedad, que tenga escrituras y que no esté intestado.
En realidad, como proyecto de inversión, lo mejor es invertir en un bien durante su etapa de preventa, ya que los niveles de plusvalía son más altos. Para eliminar los riesgos que puede conllevar este tipo de inversión, lo más recomendable es acercarse a un desarrollador que cuente con la experiencia y recomendación de proyectos previos.
Finalmente, se recomienda estar al tanto de las entidades con mayor incremento en su apreciación y considerar si alguna de ellas se acomoda a nuestras circunstancias. Por ejemplo, durante el segundo trimestre del año, según la Sociedad Hipotecaria Federal, estas entidades fueron Tamaulipas (9.58%), Distrito Federal (9.34%) y Durango (9.09%). Dentro del Distrito Federal, las delegaciones que han reportado la mayor plusvalía son Iztapalapa, Benito Juárez y Cuauhtémoc.