Hierro fundido en tu cocina

Los has visto en Tasty y en otros miles de videoblogs que promueven soluciones sencillas y deliciosas para los amantes del buen comer en casa y quizá hasta ya te hayas comprado uno o heredado el de tu abuela pero, ¿sabes por qué el hierro fundido es un excelente material para cocinar y cuáles son los cuidados que debes tener con él?

Vivimos en una época en la que cada vez somos más conscientes de lo que ingerimos y, por ende, no sólo cuidamos la calidad de los alimentos que consumimos sino también la de los instrumentos con los que cocinamos. Mientras antes todos en casa tenían el set de sartenes de teflón, ahora son cada vez más las personas que saben que a la larga, el teflón no es bueno para la salud.

Así que hemos optado por usar otros materiales como el acero inoxidable, y aunque es una excelente opción, hay algunas cosas, como el huevo, que son difíciles de cocinar sin que se peguen o se quemen. Es entonces donde entra el hierro fundido: con el uso formas una capa antiadherente natural que no desprende gases tóxicos al calentarse. Para ello, necesitas curarlo y darle un cuidado adecuado.

Para curarlo:

  1. En primer lugar debes tener el sartén bien seco.
  2. Dale un baño de aceite vegetal y espárcelo con una microfibra de cocina.
  3. Ponlo en el fuego, pero ten cuidado pues si es demasiado el aceite, se puede generar una flama peligrosa. De ser posible haz esto en el exterior.
  4. Déjalo enfriar y retira los residuos con una microfibra.
  5. Repite el proceso un par de veces más y verás cómo mágicamente podrás cocinar los mejores huevos sobre hierro fundido sin que se peguen.

Para cuidarlo:

  1. No uses servilletas de cocina, porque dejan pelusa y con el tiempo la pelusa puede dar problemas a la hora de cocinar.
  2. Vaporiza tu sartén. El hierro fundido es mucho más fácil de limpiar cuando está caliente, así que, inmediatamente después de cocinar da un baño de agua caliente a tu sartén. El hierro caliente y el agua caliente crearán un vapor con el que se limpiará muy bien sin necesidad de usar detergentes.
  3. Almacénalo en un lugar bien seco y si vives en un lugar muy húmedo, pon arroz en la superficie para que absorba la mayor cantidad de humedad posible.